Lunes 27 de Abril del 2020, Santa Fe Argentina
Carta abierta a
Sres. Intendentes
Sres. Gobernadores
Sr. Presidente
Sres. Gobernantes, me dirijo a ustedes con la finalidad de expresar mi enorme preocupación en la situación en la que se encuentra el rubro en el que me desempeño. Sé que las circunstancias actuales son muchos los frentes, que tienen q abordar y los reclamos que deben llegar a sus despachos; pero como tantos otros me veo forzado de intentar llegar a ustedes con un profundo anhelo de que puedan dar claridad a esta situación.
Soy un técnico de futbol que me desempeñó en un club de barrio (esto ya aclarara porque me llego a ustedes), como ya estimaran el problema principal, antes de abordarlo quisiera hacer una breve reseña, de cómo nos encontrábamos trabajando antes de todo esto.
Como la gran mayoría de los clubes barriales en un país tercermundista, aducen el no tener recursos necesario para sostenerse (lo cual es una gran verdad), sabemos de la importancia social que los mismos desempeñamos en la comunidad; estos son lugares de encuentro de los ciudadanos, la contención social que realizan logra transformarlos en uno de los grandes frentes contra la drogadicción y la delincuencia, sobre todo su rol más importante, el gran aporte a la formación de nuestros niños y jóvenes; a su formación física, intelectual, cognitiva y formación ética a través de los valores humanos. Si le consultamos a cualquier psicólogo/a les diría sin duda alguna, que nosotros los técnicos somos en la vida de esos niños un factor sumamente importante y crucial en sus vidas, igual o me atrevería a decir más que cualquier profesor de escuela, ya que contamos con la predisposición total de esos niños y jóvenes, los que nos lleva a generar un vínculo emocional muy estrecho con cada uno de ellos.
Pero a pesar de esta gran importancia en la formación de estos, que son el presente y futuro de una nación, no somos reconocidos por nuestra sociedad, manejándonos en la periferia de la misma. Es más para la sociedad y el Estado es como que no existimos, se genera un vacío social en el que luchamos para sobre vivir, y desarrollar lo qué tanto amamos. No solo, no es reconocido nuestro gran aporte a la sociedad moralmente, si no, es mucho menos reconocida monetariamente, con sueldos miseria y en muchos casos sin ellos, que aun así nos desempeñamos en esos puestos sin remuneración alguna con el fin de desarrollar nuestra carrera. Todo esto nos lleva a trabajar en la informalidad total, con muy malas condiciones, sin recursos necesarios para desarrollar la actividad, teniendo que cubrir más rubros que el que debemos desempeñar. Además de todo eso, tenemos que lidiar con personas que con toda la buena fe ocupan cargos de técnico sin tener el conocimiento ni idoneidad necesaria, lo que pone en peligro la integridad física, hasta psicológica de los niños y jóvenes por el desconocimiento de cómo desarrollar adecuadamente la actividad.
Al estar en esta informalidad no contamos con contratos, por lo tanto no solo no contamos con remuneración, si no, que no tenemos obra social, ni jubilación, ni ningún beneficio que cualquier trabajador cuenta. Por este motivo muchas veces nos vemos obligados por necesidad a dejar el club perjudicando así a nuestros niños que contaban con nosotros. También esto lleva a generar (en el caso del futbol) un ámbito cruel, de sálvese quien pueda, para conseguir algún puesto, de algún club que se desempeñe en AFA. Ahora me pregunto ¿Por qué tengo que esperar a conseguir un puesto de estos, para vivir dignamente? ¿Por qué no puedo vivir dignamente en mi club, en mi ciudad. Por qué tengo que se pisoteen todos mis derechos. Los clubes de barrio son un eje importante en la sociedad y nosotros somos un elemento fundamental para que este eje funcione. Somos necesarios, tenemos el derecho de desempeñar y vivir dignamente con nuestros trabajos.
Pero me he encontrado en todo este tiempo con un sindicato, que me ofrece una cuota, que para lo único que me sirve es para entrar gratis algún partido de AFA (con suerte), pero no a que se respeten mis derechos como trabajador. Me he encontrado con ligas (no dependientes directamente de AFA) que miran al costado, buscando nada más, que los clubes le cumplan con sus inscripciones y pagos, dejando de lado todas estas situaciones. Lo más importante la AUSENCIA TOTAL DEL ESTADO del gobierno del sector político que sea, que se acercan a las instituciones en épocas electorales a ver que nos falta trayendo alguna pelota en brazos.
Sumado a esto se presenta la situación del Covid 19 que nos frena la actividad, dejándonos en la vulnerabilidad total. Abogo por una ayuda económica inmediata para afrontar lo que estamos viviendo. Y la apertura de una mesa de diálogo que enmarque a todas las partes para solucionar esta problemática, que por alguna razón, nadie pone sobre la mesa. Esto último me lleva a conjeturas, que espero sean erradas, pero dejan un halito de desconfianza. Es hora de levantar el tapete que cubren nuestras suciedades, siento que somos explotados para que unos pocos sean los beneficiarios. Tal vez esa sea la razón por la cual tenemos este abandono total.
Antes de terminar no quiero dejar de nombrar a los profesores de educación física, compañeros que viven lo mismo, que salen recibido en busca de trabajo, se encuentran con los puestos escolares ya cubiertos, llegan a los clubes y gimnasio privados a vivir la misma decidía. Por ello también propongo que los clubes trabajen en conjunto con las escuelas, esto beneficiaría a todas las partes: escuelas, clubes, profesionales y alumnos deportistas. Exigiendo a los clubes que manejen más de una disciplina, que los alumnos de las esc. Tengan que elegir un deporte y mandados a realizarla a los clubes más cercanos de sus escuelas. Esto evitaría el estrés de estar en jornadas extendidas siempre en el mismo ambiente. Maximizaría el porcentaje de jóvenes sacándolos de las calles. Aseguraría más socios a los clubes para poder sobrevivir mejor. Generaría mayores puestos de trabajo para técnicos de distintas disciplinas y en todas ellas se necesita profesores de educación física. También comprometería al Estado a una mayor presencia.
Sin más que decir a la espera de una respuesta alentadora los saludo atentamente.
Saúl Sicurella, contacto 342-4795630

