La Selección Argentina jugo su primer compromiso por la Copa América ante el elenco chileno en el estadio Nilton Santos de Río de Janeiro empatando 1 a 1. Si bien tenemos en cuenta que esta selección está en plena etapa de recambios, hay que reconocer que el actual técnico, Lionel Scaloni, no se “enamora” de algún jugador (como ha sucedido en otras oportunidades) y quien no rinde, sale. Un ejemplo es el arquero Armani, que hoy le toco ver desde el banco a “Dibu” Martínez, que está dejando una muy buena impresión bajo los 3 palos, y de mantener esta regularidad, nadie lo sacara de ese lugar. En la zona delantera sucede lo mismo, un Nicolás González que tuvo su chances de convertir pero no estuvo fino. Otro que miraba desde el banco era el “Kun” Agüero que entro en los últimos minutos del partido. Lo mismo con “Fideo” Di María, quien a pesar de sus pergaminos en la selección, en esta etapa es uno más, y tendrá que hacer méritos para estar dentro de los titulares

El primer tiempo ante Chile, a partir de los 10 minutos, la selección mostro un nivel de juego interesante, presionando sobre campo rival obligándolo al error, pero como mencionamos anteriormente, la selección no estuvo fina a la hora de definir y se fue al descanso con el golazo de Messi de tiro libre. Merecía más, era muy amarrete el 1 a 0. En el segundo tiempo, cayo el juego del equipo nacional, lo aprovecho Chile que llego al empate por la vía del penal. Si analizamos los partidos de la semana pasada por eliminatorias (Chile y Colombia), en ambos encuentros, Argentina arranco ganando, se cayó en el segundo tiempo y sus rivales llegaron al empate. Con el partido de hoy, suma tres empates consecutivos en los últimos 10 días. Es evidente que falta “trabajar” los partidos cuando se está arriba en el resultado y aprovechar más las oportunidades de gol cuando se le presentan
La gente no se enamora esta selección, esto viene de arrastre. Hay que darle crédito a este recambio. Hay caras nuevas, seguramente cometerán errores, pero es preferible que los cometan en estas instancias para poder corregirlos a tiempo y no en un mundial donde un error te manda a tu casa. Lo positivo de este proceso, es que los “pibes” o caras nuevas que se calzan la celeste y blanca no los asusta, no se achican, eso es una muestra que esta selección, cuando comiencen a acompañar los resultados, enamorara al público argentino y volverá a la conocida popularidad como en épocas de antaño

