Se nos fue un grande, Carlos Alberto Reutemann; fue un gran piloto de automovilismo y político argentino. Su vida pública se vio reflejada en dos actividades donde dejo huellas difíciles de borrar para mucha gente.
El deportista
Carlos Alberto Reutemann fue piloto de Fórmula 1 desde 1972 hasta 1982, donde compitió para los equipos Brabham, Ferrari, Lotus y Williams. Después de Juan Manuel Fangio, (Quíntuple campeón del mundo) no hubo otro piloto de F1 que motive al público argentino a interesarse por este tipo de competencia internacional. Actualmente pasan carreras de F1 en la TV en la República Argentina, son contados con los dedos quien está al tanto de ellas. Lejos quedaron esos domingos de carreras, donde competía el “Lole” Reutemann y se paraba el país para verlas.
En la máxima categoría del automovilismo obtuvo 12 victorias, 45 podios y seis pole positions en 144 carreras puntuables, además de dos triunfos y una pole en carreras fuera de campeonato. El piloto resultó tercero en los campeonatos 1975, 1978 y 1980. En 1981, habiendo superado a su compañero de equipo y primer piloto de Williams, Alan Jones, finalizó segundo en el Campeonato de Pilotos con una diferencia de solamente un punto con respecto al campeón, Nelson Piquet. Reutemann se retiró de la Fórmula 1 en 1982. Por otra parte, finalizó tercero en las ediciones 1980 y 1985 del Rally de Argentina. En 1990 recibió el Premio Konex de Platino como el mejor automovilista de la década en Argentina.
El político
Inicio su actividad política en el Partido Justicialista de la mano del presidente Carlos Menem. En el año 1991 fue elegido como gobernador de la provincia de Santa Fe, ejerció el cargo hasta 1995. Posteriormente, fue senador nacional (1995-1999) y fue elegido para un segundo mandato como gobernador (1999-2003). Regresó al Senado de la Nación, donde se desempeñó en tres mandatos consecutivos, desde 2003 hasta su muerte.
Muchos quisieron responsabilizarlo por la inundación en el 2003, aquel fatídico 29 de abril, donde todo el cordón Oeste de la ciudad quedó bajo el agua del rio Salado. Lamentablemente hubo muchas pérdidas humanas y materiales, heridas que hasta el día de la fecha no cierran. Al margen si tuvo responsabilidad o no (Quienes lo acusan políticamente son los mismos que hicieron silencio en el saqueo kirschnerista a la república Argentina) nadie puede dudar que siempre dio la cara (algo que no acostumbran los políticos tradicionales) en estas situaciones, se expuso ante los vecinos cara a cara cuando le toco dar explicaciones. Así se maneja una persona cuando no hay nada que ocultar. La política sucia considera que son todos de la misma condición, y no pudieron frente a un tipo honesto a pesar que le tiraron con artillería pesada. Reitero, se pudo equivocar, pero no de mala fe o con intencionalidad en sus actos. Por eso la gente en común lo reconoció y lo siguió votando hasta el día de la fecha, que ocupaba el cargo de Senador Nacional. En el 2018 voto en contra de la ley del aborto, por si había alguna duda que estaba en favor de la vida.
Desde el otro lado de la ciudad, en especial en el Este, toda la gente de la zona de la costa, le debe agradecer por las obras de un gran cordón defensivo para que las crecidas no corran de lugar a las familias que año tras año, históricamente padecían tras las inundaciones del rio Paraná. Por lo que respecta al distrito Alto Verde, con la gestión de Carlos Alberto Reutemann no solo se benefició con el anillo defensivo (la gente del distrito no se asusta más cuando crece el rio Paraná). También se diseñó y construyó un nuevo centro de Salud (Demetrio Gómez) enclavado en el corazón del mismo barrio. Además, se ejecutó y termino la obra del puente “Héroes de Malvinas” que une al distrito con la ciudad de Santa Fe, reemplazando al viejo y querido “Puente Palitos”.
Nadie olvida las visitas inesperadas del gobernador en su moto, a cualquier hora, lejos del filtro de un secretario, funcionario o puntero político, solito se acercaba a hablar con la gente, con cualquier vecino que lo recibiera con un humilde mate o un pedazo de torta frita. No necesitaba cámaras para este tipo de actos, tampoco hacían falta intermediarios para ver la realidad con sus propios ojos. Hoy algunos políticos de alto rango, necesitan 100 guardaespaldas y alta seguridad de militantes pagos que “limpien” la zona que aquellos que no opinan igual, si quieren contactarse con la gente. Se fue un grande en todo sentido. Ojala algunos políticos, tomen su ejemplo cuando son funcionarios, no me caben dudas que tendremos un país mejor…

