La agonía futbolística que padece la “Academia” parece no tener fin y el pobrísimo empate en uno ante el humilde Central Córdoba de Santiago del Estero en el «Cilindro», hizo estallar en insultos a la hinchada «Racinguista» para con Víctor Blanco y su horrible Comisión Directiva, responsables absolutos del momento que vive la entidad de Avellaneda, que no para de hipotecar su prestigio fecha tras fecha y en cualquier competencia que participe.
Otra fecha más con los técnicos interinos Grazzini y Videla en el banco de los suplentes, este Racing sin ideas salió a jugar el partido al pelotazo para que se las arregle Roger Martínez como pueda, y que cuando tenga la pelota Emiliano Vecchio, de los pocos en cancha que juega bien al fútbol, invente algo pero nada más.
La única jugada de gol en todo el primer tiempo, fue un remate de Gonzalo Piovi desde afuera del área para que se luzca el arquero «Santiagueño» Matías Mansilla, que con una volada espectacular evitó el golazo, tras una buena trepada de Gabriel Rojas.
En el segundo tiempo el «Ferroviario», que prende velas y velas para no descender, se animó y con poquito le generó peligro a la desorientada defensa «Académica», durante los primeros 15 minutos.
A los 24, los dirigidos por el gran técnico y mejor persona, Omar De Felippe, tuvieron la más clara cuando Enzo Kalinski quedó cara a cara con Gabriel Arias, y el arquero de la selección de Chile le tapó el gol con su pierna en una buena intervención, con una excelente apilada de Mateo Sanabria dentro del área.
Un minuto más tarde, llegará el pelotazo de Piovi para que Gabriel Hauche de panza asista a Roger que, con toda la jerarquía que lleva encima, se tomó el tiempo que hay que tomarse en el área y dejó en ridículo a todos, con un sutil amague para luego cruzarle la pelota a Mansilla, poniendo el 1 a 0 inmerecido de la «Academia».
Herido Central Córdoba fue a buscar el empate, y sobre el final lo encontró en el pie de uno de sus mejores jugadores como lo es Mateo Sanabria, que ingresó increíblemente solo al área para tocar la pelota al gol, mientras todo Racing miraba la acción sin reacción, para poner el justo y definitivo 1 a 1 final.
Es realmente lamentable ver a un club con la grandeza de Racing sin un Director Técnico acorde a la institución y con un plantel de nombres pesados, que se los nota fuera de forma física para la alta competencia, totalmente carente de pertenencia.
Racing se hunde cada vez más debido a la incapacidad y desidia de sus dirigentes, que solo piensan en sus propios negocios, y no en el bien del club para lo cual fueron elegidos por los socios.
