Tras la bochornosa presentación en Junín, es más que nunca un secreto a voces que Racing necesita ya un nuevo DT, tras la huída del soberbio entrenador Fernando Gago y, que la depuración de este plantel abatido, debe realizarse de forma urgente.

A pesar de que la “Academia” tomó el control de las acciones ni bien comenzado el partido, la primera clara de gol la tuvo el “Kiwi”, a los 28 minutos, cuando Alan Marinelli escapó a la débil defensa «Académica» y cruzó el remate al lado del arco de Gabriel Arias.

A los 30 minutos, Cristian Ojeda se iria expulsado por doble amarilla y 7 minutos después, con diez jugadores sobre el césped del «Estadio Eva Perón», Sarmiento abrirá el marcador por intermedio de Guido Mainero que, tras la asistencia de Agustín Fontana que define con categoría ante el “Uno” «Racinguista», luego de dejar en ridículo con un autopase a Leonardo Sigali, convirtiendo un verdadero golazo.

Insólitamente el «Local» se ponía en ventaja ante un desdibujado Racing que no sabía para que estaba en la cancha.

En el segundo tiempo, el ex arquero de San Lorenzo José Devecchi tapa un “mano a mano” contra Gabriel Hauche y le brinda seguridad en los tiros desde afuera del área de Aníbal Moreno y Gonzalo Piovi, sacando al corner los balones y negándole así el empate a «Los de Avellaneda».

Cuando la derrota académica parecía consumarse, llegó el golazo de Baltasar Rodríguez Gallego, que clavó la pelota en un ángulo, con su excelente remate casi pisando la medialuna del área “Verde”, haciendo inútil el vuelo del guardameta «Local».

«La Acadé» termino empatando ante un equipo que pelea el descenso y que jugó más de una hora con un futbolista menos, producto del pésimo momento deportivo que vive el club, gracias a la ignorancia e inoperancia de sus directivos encabezados por el presidente Víctor Blanco.

Racing está afuera de todo, de la lucha por ganar el torneo doméstico y de clasificación a las «Copas» jugando cada vez peor, pero parece que esto solo afecta a los que amamos la camiseta y llevamos los colores en el corazón.

Foto de portada: Gentileza El Intransigente.