La crisis futbolística de la “Academia” parece no tener fecha de vencimiento y esta vez fue Platense quien lo puso en ridículo, goleándolo en su reducto de «Vicente López» por 3 a 0.
Con una falta de actitud pocas veces vistas en el fútbol profesional, Racing salta a los campos de juego sabiéndose perdedor desde el vamos ante un rival, que de no mediar un milagro, perderá la categoría y que a los 4 minutos, ya le ganaba por el gol de Gonzalo Valdivia, que definió una rápida contra, tras la asistencia de Ronaldo Martínez y la débil respuesta del arquero «Académico» Gabriel Arias.
Siempre mal parado en defensa, sin contención ni creación en el medio y una anemia exacerbante en ataque, la “Acadé” no reaccionaba ante un “Calamar” que venía de ser goleado en Rosario y que 20 minutos más tarde, el mismo delantero Martínez que asistía en el primero, marcaba el 2 a 0, tras recibir una pelota en el punto penal, ante otra floja respuesta de Arias.
La “Academia” no acusaba recibo del papelón y el “Marrón” seguía atacando sin poder aumentar el marcador por su falta de jerarquía.

En el segundo tiempo nada cambió, había un solo equipo en campo que decoró el resultado con el gol de penal de Nicolás Servetto, en el último minuto de descuento, tras una insólita falta en el área cometida por el “Impresentable” mediocampista «Racinguista» Edwin Cardona a Ignacio Schor detectada por el VAR y corroborada en el monitor de campo, por este “Malísimo” arbitraje de Hernán Mastrángelo, que no advirtió dos codazos por parte de jugadores «Locales», que eran de expulsión.
La verdad es que Racing logró un punto sobre 21 disputados, es el equipo más goleado del torneo y se fue de la cancha de Platense, sin saber cómo atajaba el «Guardameta Local» porque no pateó al arco.
Habría que preguntarle al caprichoso entrenador «Académico» Fernando Gago, si era el momento ideal para exponer a los juveniles Baltasar Gallego Rodríguez o Emiliano Saliadarre, teniendo a experimentados jugadores como Gabriel Hauche o Maximiliano Moralez sentados en el banco, más allá de la gran cantidad de lesionados que tiene el plantel de Avellaneda.
Mientras Racing sigue en caída libre sin fútbol ni alma, su Presidente se pasea por Estados Unidos pareciendo no importarle demasiado el pésimo presente deportivo del club del cual fue elegido por los socios.
Con algunos jugadores que no están a la altura de la camiseta, con un Director Técnico que no aprende de errores por su tremenda soberbia y una dirigencia que vive una realidad paralela, la recuperación futbolística del querido Racing Club parece una misión imposible.
Foto de portada: Gentileza C.A. Platense.

