FaceBox: Nombre, apellido y lugar de nacimiento
Roberto Agrafogo: Mi nombre es Roberto Oscar Agrafogo, nacido en la ciudad de Santa Fe, el día 18/09/53
FaceBox: ¿Fue entrenador de muchos boxeadores?
Roberto Agrafogo: Personalmente vengo metido en los boxing desde que nací. En mi casa había 4 boxeadores, cuando yo podía ir al gimnasio iba al que tenía mi padre o mi tío, estaba siempre con ellos. Mis padres y mis tíos me enseñaron a enseñar. En la familia eran 3 hermanos los boxeadores: Eduardo Apolinario Agrafogo, Roberto “Tito” Agrafogo y Héctor Raúl Agrafogo. Había un cuñado de mi padre, por parte de mi madre, que también fue boxeador. Desde los 14 años que estoy metido en los gimnasios. El último gimnasio que tuve fue en el 2008. Hasta el momento no tengo muchas ganas de volver con el boxeo
FaceBox: ¿Nos puede nombrar algún boxeador que haya trabajado en su gimnasio cuando lo tenía?
Roberto Agrafogo: El primer gimnasio que tuvimos con mi padre, fue en la vecinal Roque Sáenz Peña. A ese boxing vinieron muchos boxeadores del barrio Santa Rosa de Lima, entre ellos vino Julio Cesar Vázquez y su hermano. El hermano del “Zurdo” Vázquez que tuvo el accidente hizo una pelea estando con nosotros. Nos cambiamos a la vecinal Juan de Garay porque la Roque Sáenz Peña nos quedaba chico. También salió Ernesto Insaurralde, que fue a un campeonato argentino amateur en Tucumán, y quedo en cuarto lugar. También salió de nuestro Boxing, Ismael Chávez, que hizo unas peleas estando con nosotros, se fue con Moncada para pasar a Lemos, y de ahí llego a sub campeón en novicios. Otros de los que han estado ahí, eran los 4 hijos de Roberto Carabajal, uno de los que peleo con Monzón, estaban José María Carabajal, Hugo Carabajal, Miguel Carabajal. José María Carabajal fue campeón santafesino amateur. También pasaron los chicos Lezcano, que eran de Nelson, se lo llevo José Lemos, le dimos permiso con mi padre para que se entrene ahí. Estuvo el “Zurdo” Fernández, Osvaldo Dosantos, Avelino Fernández, los hermanos Cejas, Juan Carlos Almada, Juan Carlos Casco. Pasaron muchos chicos por nuestros gimnasios, el que más recordamos es Julio Cesar Vázquez que hizo 8 peleas estando en nuestro boxing.
FaceBox: Para quienes no lo conocieron ¿Quién era Roberto Agrafogo padre?
Roberto Agrafogo: Fue mi padre, Roberto “Tito” Agrafogo nacido en la ciudad de Santa Fe. Llego a realizar alrededor de 190 peleas entre amateur y profesional. Ha peleado por todo el país. Fue una persona, un boxeador muy querido en la ciudad, hasta ahora encuentro gente que lo recuerda. Al ser boxeador, le gustaba mucho enseñar, por eso puso muchos gimnasios en la ciudad de Santa Fe, en el club Oro, en Cochabamba, donde le enseño a Carlos Monzón, después tuvo en Ferro, estuvo en Newell’s, en Santa Rosa de Lima, en el Porvenir. Donde el podía poner un gimnasio lo ponía. Mi padre, estuvo a punto de ir a os Juegos Olímpicos de Helsinki. Siendo de Santa Fe, fue a pelear por el título Rafaelino frente a “Tito” Giovannini el padre del que fue campeón mundial pesados. Mi padre fue campeón Rafaelino, estando en Buenos Aires represento a Boca Juniors y salió campeón de los barrios. En Santa Fe peleo con todos, peleo varias veces en Sportivo Norte de Rosario. Era muy querido por los manager. También anduvo por San Francisco, Córdoba, Añatuya Santiago del Estero. Peleo frente a varios boxeadores importantes de esa época.
Fue un tipo que de las tantas peleas que hizo, solo una vez perdió por KO. Lo buscaban para pelear porque daba espectáculos. Fue un boxeador que iba, recibía, iba y recibía pero nunca abandonaba. En el pabellón de la Industria en Boulevard Pellegrini hizo grandes espectáculos. Hizo grandes amigos con los boxeadores que han peleado con él y con quienes no había peleado también como Emilio Helguero. Peleo con Geromet, el famoso “Capicua” y después fue amigo suyo. Pila de boxeadores muy amigos. Había mucha amistad, una cosa era debajo del ring y otra cosa era arriba donde se salía a ganar sea quien sea el rival. Lo más importante que tiene mi padre como logro, fue cuando en 1959 pone en el club Cochabamba el boxing, con su amigo y ex boxeador, Rafael Araujo. Uno de los tantos chicos que vino a entrenar fue Carlos Monzón. Ellos 2 fueron los que estuvieron con Carlos Monzón desde el comienzo. Hasta que mi padre por razones laborales se tuvo que ir de a poco porque lo iban a echar de su lugar de trabajo y le dejo el boxing a su amigo, Rafael Araujo. Cuando mi padre se fue, vino Martínez a ayudarlo. De ahí Monzón se fue al club Minella, lo atendieron 2 ex pupilos que había tenido mi padre, hizo un par de peleas Monzón en el Minella y luego paso a Amílcar Brusa.
Cuando él llega al boxing de Amílcar Brusa, Brusa tenía su gente que lo atendía. Lo comenzó a atender Oscar Méndez que en varias oportunidades fue ayudante de mi padre en varios boxing que había puesto en su momento. Monzón hizo 8 o 10 peleas más con Oscar Méndez y paso a manos de Amílcar hasta que hizo la campaña que conocemos. Las enseñanzas que dejo mi padre a sus ayudantes, que lo tuvieron a Monzón hasta casi las 15 peleas iniciales que tuvo. En una oportunidad me encontré con un señor que no sabía que era yo hijo de “Tito”, y se puso a llorar y me dijo: ¡Queres que te diga algo! Tu padre no se debería haber muerto nunca. Esas son palabras que le salen del corazón. Oscar Méndez, otro ayudante de mi padre, cuando mi padre estaba medio enfermo lo encontramos justamente en esa esquina, en Estanislao López y Boulevard Pellegrini y me dice: Si tuviera plata le hago un monumento a tu padre en esta esquina. A pocas personas se les hace un reconocimiento así. Mucha gente lo conoció, el famoso “Pecorari” que no sabía que yo era hijo de Agrafogo. Cuando lo supo, se largó a llorar, ¡No sabes lo que fue tu padre para mí y para el boxeo santafesino!
A nivel nacional también, a donde yo voy, ha dejado su apellido. Supo ser presidente del club El Porvenir Oeste. Era un equipo que estaba en el torneo dela Federación. Fue presidente y salió campeón con ese equipo.
En una oportunidad estaba paseando por los bosques de Palermo en Buenos Aires, vi un señor que estaba limpiando ahí, trabajaba ahí. Lo vi pinta de boxeador, y comencé a hablar con él. Me dijo, “Si, yo era boxeador en el Luna Park, del año cuarenta y pico”. Le pregunto porque vengo de una familia de boxeadores, mi padre peleo muchas veces en el Luna Park. ¿Cómo es su apellido? Agrafogo. ¿Cómo no me voy a acordar del “Tito” Agrafogo, el peso pesado”? Hasta ahí se acordaban de mi padre. En el 2008 estuve en una clínica de boxeo en Paraná. No me habían invitado fui porque me entere que había eso. Cuando pase, me hice anunciar ahí, estuvimos como en un teatro, un cine. En un momento cuando empieza, viene el que había organizado la clínica, el señor Amati, muy amigo de mi padre. Su hermano había peleado con mi padre. Empieza a hablar, dijo: En esta clínica hay mucha gente importante, y el más importante que estoy viendo sentado arriba de la tribuna es el hijo de mi gran amigo íntimo, el gran “Tito” Agrafogo. ¿Usted me pregunta quien es mi padre? Todo fue mi padre…
FaceBox: Usted ¿Qué hace actualmente?
Roberto Agrafogo: Soy jubilado desde el 2012. Tuve que hacer un gran cambio en mi vida, de ser empleado público, de ser técnico de boxeo, pase a ser una especie de artesano. Hago carteras, bolsos, mochilas, cambio de cierres, de todos modos estoy en contacto con todo el mundo del boxeo, gente de México, de España, de EEUU, de Colombia, Perú, Uruguay, Paraguay. Normalmente lo que hago es que doy consejos sobre temas de boxeo, trato de enseñar boxeo vía internet. Lo hago para afuera de la Argentina como dentro porque tengo chicos de Salta, gente de Catamarca, Tucumán, Formosa, que viven afuera de la ciudad, que no pueden llegar a un gimnasio. Entonces les digo que es lo que deben hacer, como, que se pongan una bolsa, les enseño como tienen que pegarle. Les doy consejos sobre boxeo, más que nada sobre la vida, como la tienen que llevar, que es lo bueno, que es lo malo, y eso me mantiene en contacto con todo el mundo. Estoy agradecido al boxeo. Cuando estoy en contacto con esa gente, también le cuento la historia.
Hace poquito estuve en contacto con gente de Colombia, desde el chat. Me decía que tenía entendido que Amílcar Brusa fue el primer técnico de Monzón. Entonces le mande los recortes de los diarios de ese momento donde aclara que antes de ir a Brusa, estuvo en el gimnasio de mi padre. Hago esta aclaración con los que hablo en Argentina y el resto del mundo donde me conecto. Hay un muchacho que es técnico en México, y a pesar de tener el título de técnico, me pide consejos a mí. No es lo mismo de la escuela de ahora con la escuela que vengo de antes. Estaba muy contento y antes que suceda esto de la pandemia, rogaba conocerme personalmente. Ahora está todo parado. El chico de Salta, me dijo: “Quiero ir a Santa Fe, para conocerlo a usted y me lleve a conocer la tumba de Monzón. Eso es lo único que pido en la vida, antes de morirme. Como usted es mi amigo y me está enseñando, quiero ir con usted”
Tengo la oportunidad de poner un boxing en Santa Fe o en el país. ¿Sabe lo que pasa? Me tiro un poquito para atrás y no quiero ponerlo. La juventud está un poco perdida. Hoy cualquier chico antes de entrar al gimnasio, le pregunta al entrenador cuando pelea y cuanto le van a pagar y no es así. De corazón quisiera poner un boxing. Pero no, es empezar a pelear con la madre, con el padre, con el primo del chico que quiere pelear y no es así. Hoy viene todo mal. Tanto la juventud como el boxeo argentino están muy bajo, está muy bajo porque nadie se hace respetar, el técnico no respeta, tampoco es conveniente poner un boxing y tener 40 o 50 chicos, en definitiva no le terminas enseñando a nadie. Debe ser con poca gente, 10 o 15, mas no y en 2 turnos. Uno como técnico debe estar atento a lo que hacen todos y no se puede estar en todo.
Veo que hay muchos gimnasios en Santa Fe y en Santo Tome. Me alegro porque son gente joven y tienen para seguir peleando. Moralmente los apoyo, están Molina y Rivero en Santo Tome, en Santa Fe, Azcurra y varios chicos más que tienen gimnasio. Ellos son jóvenes, la pueden pelear, yo ya prefiero quedarme en mi casa, hablar por internet con toda la gente. Hay un chico que anda muy bien como técnico, de apellido González, que está en el boxing de Brusa. Estuve contacto con él por internet. En cualquier momento nos ponemos a hablar en una mesa, tanto con González como Azcurra que quieren hablar conmigo para que les cuente la historia. Del alma quisiera tener un gimnasio pero prefiero quedarme quieto
Hay cosas de la actualidad que no puedo dejar pasar. Tengo una foto, esto pasó hace más de un año: fue a pelear un campeón mundial argentino, peso pesado, aun lugar del mundo, y perdió por KO en el 2° round. ¿Por qué cuento esto? En un momento le sacaron una foto, cuando este boxeador va para que lo atienda su técnico. El técnico estaba con una toalla en una mano y en la otra un celular. O sea que lo estaba filmando. Digo una cosa: ¿Prefieren filmar al boxeador o atenderlo? Yo si fuera boxeador, le diría al técnico: “Te bajas y no te quiero ver más”. Estamos hablando que estas peleando por un título y se debe estar concentrado en la pelea. La falta de respeto, a mí me tira para atrás. La disciplina mía es el respeto más que nada el respeto y la disciplina.
En un gimnasio debes tener respeto y disciplina. Si te digo “Veni a las 6, veni a las 6” y si te demoraste media hora, debes decirme que demoras y te espero. Hablo con los otros muchachos para que te esperen, para que trabajen juntos y no estés solo. Pero no acepto que cuando pregunto por un pupilo por qué la demora, me respondan: “No, está en la canchita del barrio pateando”. Entonces no es así la cosa. Ese chico con nosotros tuvo 6 o 7 peleas, tuve una larga charla, le dije: “Acá se hace lo que mi padre y yo decimos, esta es tu segunda escuela, y acá vas a aprender lo que no sabes”. Parece que no le gusto se fue, lo lamento pero la disciplina es todo
FaceBox: Sin importar categoría, nacionalidad o época, el mejor boxeador que vio en su vida
Roberto Agrafogo: Para mí fue Muhammad Alí o Cassius Clay. Un boxeador, peso pesado, en ese entonces se estilaba a 15 round, no como ahora que se pelea 7, 8, 10, a ver si llega y que vaya y venga de un costado para el otro, que baile y todo… para mí fue un exquisito. Te repito, peso pesado, van a 15 round, hay que estar. Después hubo otros como Ray Sugar Leonard, “Maravilla” Hagler, Tommy Hearns, pero para mí, el mejor que he visto, es Alí y después obviamente, Carlos Monzón, por supuesto…
FaceBox: ¿Que significa el boxeo para usted?
Roberto Agrafogo: El boxeo para mí significa mucho porque nací entre boxeadores y se lo que fueron como boxeadores, más que nada como personas. Eso es lo lindo que tiene el boxeo que te lleva a ser antes persona que boxeador, una buena persona siempre y más cuando tenes un técnico te sepa guiar. En el boxeo aprendes todo a nivel físico. En el año 87 tenía un boxing en la vecinal Los Hornos. Se presentó un chico, me pregunto si podía hacer boxeo. Le respondí que sí. Pregunto que necesitaba, le dije, pantalón, zapatillas, una chomba o una remera. A los 2 o 3 días vino y me dijo: “Yo quiero entrenar pero no quiero ser boxeador, soy un chico muy nervioso y me quiero descargar. No quiero andar en la calle peleando con nadie”. Le enseñe a sacar la mano, a pegarle bien a la bolsa, para que no tenga inconvenientes pegar despacio. Termino y fue a ducharse. Previamente le dije que se traiga su toalla, su jabón, unas vendas. Las cosas que usa un boxeador, son suyas, no hay que prestarlas.
Entreno, se fue a bañar hasta que un día tardo un poquito cuando se bañó, pero no le dije nada. En 2 o 3 días la misma situación, y cada vez se quedaba más en el baño. Un día le dije: “Discúlpame, me tengo que ir ¿Por qué te quedas tanto en el baño? Me respondió: “Sabe lo que pasa, en mi casa no tengo baño. Me lavo con una palangana. Acá lo que ustedes tienen, es algo espectacular. Por eso tardo tanto y me puedo bañar muy bien y se lo agradezco”. Eso también lleva el boxeo, que un chico aprenda a bañarse, a tener sus cosas, siempre limpio, he visto a muchos que se llevan la venda y la traen de la misma forma que la llevaron. Este ejemplo me lleva a pensar que el boxeo es físico y personal, es todo. Ese chico me lo demostró, el quería estar en un gimnasio para poder pegarse un buen baño porque en su casa no podía.
Mis padres se conocieron gracias el boxeo. En esa esquina famosa de Boulevard Pellegrini y Estanislao López, había un gran salón que se llamaba “El pabellón de la Industria”, ahí se hacían los festivales de boxeo. Mi padre boxeaba ahí. Mi abuelo, en la ochava, la mandaba a la que después fue mi madre a vender en un cajoncito cigarrillos, golosinas, durante las peleas. Ahí parece que la muchachita y el boxeador, se conocieron y se pusieron de novios. No había sido bien visto ese noviazgo por parte de mis abuelos. Mi padre habia peleado en Rafaela en varias oportunidades, se la llevo y se fueron a vivir a la ciudad de Rafaela. Mi papa era representante, técnico y boxeador del Club Ben Hur y la llevo a vivir allí. Se casaron en el club en 1947 y al año siguiente, mi padre fue campeón rafaelino. Después ellos volvieron a Santa Fe, y yo nací en 1953. Por eso me encanta tanto el boxeo, nací en una vinculación sentimental gracias al boxeo.
FaceBox: Diferencias del boxeo actual con el antiguo
Roberto Agrafogo: Totalmente distinto. Nada que ver el boxeo antiguo con el actual. Antes se boxeaba porque le gustaba, quería ser boxeador, quería ser alguien en la vida, aprendía, estaba en el gimnasio todas las horas que el técnico le pidiera. Antes se sabía caminar, se sabía salir, se sabía entrar, trabajar en las cuerdas, sacar un golpe, siempre pie izquierdo adelante y pie derecho atrás o viceversa si era zurdo. Sacar bien los golpes, los brazos bien estirados. La posición, por ahí hay una foto de mi padre de la guardia que tenía: él está con su brazo derecho cubriéndose el hígado, hoy todo el día hace a la inversa. Nada que ver la posición que tenía mi padre con lo que veo ahora. Hoy no saben nada, yo no sé si los técnicos enseñan. O les enseñan y los chicos agarran para cualquier lado, y por eso estamos así. Por eso el boxeo argentino está muy bajo. Nadie sabe sacar una mano, si sacan una mano derecha, levantan el pie derecho y acompañan con la mano. ¡No! Para sacar los golpes, hay que sacarlos por los pies afirmados. Cuando en un contragolpe lo agarran con un pie levantado, lo agarran en el aire. Cuando van girando, juntan los pies. ¡No! Tienen que girar con un pie separado.
Hace poco fui a ver una pelea a la ciudad de Gálvez, vi un chico que tiene muchas peleas y no sabe caminar. No sé si era de Rosario ese chico que trajeron. No sé si es el técnico o el chico que no hace caso. En lo personal, si un chico no me saca las manos como corresponde, que no camine como corresponde, no lo dejo quieto. Va a aprender como sea y si no hace caso, bueno, arriba no sube. La diferencia que hay en el boxeo cuando peleaba mi padre o más antiguo a lo que hay ahora, nada que ver, es el 100% distinto. En este momento no veo más peleas, a nivel provincial ni a nivel nacional. Si veo, me dan ganas de apagar el televisor y no mirar más. No puedo ver un campeón mundial este haciendo cosas que no son correctas para un boxeador que es campeón mundial. Lamentablemente es un desastre. Por eso estamos muy bajos a nivel argentino y a nivel mundial también. Ahora entran a un gimnasio, te preguntan cuándo va a pelear y cuanto le van a pagar. Primero entrénate 6 o 7 meses en un gimnasio y vemos si estas en condiciones de pelear
FaceBox: ¿Qué condiciones debe tener una persona, a tu criterio, para ser buen boxeador?
Roberto Agrafogo: Las condiciones que debe tener es respeto a su técnico. Es el que le va a enseñar lo que el chico no sabe. Después, que se sepa manejar en la vida, cuando un chico llega al gimnasio debe tener algunas condiciones de esas. El técnico le va enseñando otras cosas, que el observa que el chico no las tiene. Para ser un buen boxeador, disciplina, tener la conducta de estar al horario que debe ir. Estar el tiempo que le corresponde estar dentro de un gimnasio. Hacer lo que uno le dice, no como me paso una vez en el gimnasio en 1982, con un chico que le pedí que haga algunas cositas y me dijo: “No, a esas cosas las hago cuando subo a pelear”. No le dije, a esas cosas debes aprenderlas acá, abajo. Después cuando subís, te meten un cachetazo y no te acordas de nada. Esas son las condiciones que debe tener un chico para ser un buen boxeador.
Las condiciones pueden tenerla pero si no sabe aceptar lo que uno le enseña, por más condiciones que tenga, no va andar. No va andar porque hacen cualquier cosa cuando suben al ring. Para ser buen boxeador, tiene que ser pensante, cuando sube debe pensar, ver lo que el rival hace para después hacer lo que él sabe. Otras de las condiciones que he enseñado es que cuando pierden una pelea, vaya al centro del ring, salude al rival, y salude al público. Hay muchos que se bajan insultando, o se sacan la bata, la tiran o tiran la toalla, hacen un escándalo bárbaro. No, eso conmigo no. Te pongo la bata, vas al centro del ring, saludas al rival, saludas al público, al técnico. La próxima hay que ganar. Eso es lo que uno pretende con su pupilo que salga a ganar, si se perdió, bueno, ¡Que le vamos hacer!, no por eso, vamos a quedar mal delante del público. Esas son las condiciones básicas que debe tener
FaceBox: Consejo a los boxeadores que se están entrenando en un gimnasio
Roberto Agrafogo: El consejo que le doy al boxeador que están entrenando en un gimnasio, es que aprendan todo. Si ven que el técnico no le enseña bien, que le pregunten porque no le está enseñando bien. Que pasa, que no le enseña bien, si no le tiene confianza. Si no le tiene confianza que se pase para otro lado. Mi consejo es que debe aprender siempre de lo que el técnico la va diciendo. Si le dicen: “Saca 20 manos” vas y sacas 20 manos. Pero como corresponde, no que el técnico en vez que te diga “Saca 20 manos” te diga: “Espera que debo responder el whatsapp”. No, usted es técnico, me está enseñando y quiero que me enseñe como corresponde. Otro consejo es puntualidad. Si tuvo inconvenientes se habla pero hay que ser puntual. Hay que captar todo lo que él dice. Si hay algo que no te gusta, lo hablas y si no se llega a un acuerdo, te vas a otro gimnasio. No va a ser el primero que se cambia, todos los que somos técnicos estamos capacitados para enseñar bien. Pero hay formas y formas, hoy hay mucha libertad, cualquiera hace cualquier cosa. Para ser buen boxeador, debe estar bien uno mismo primero, y segundo, lo que te enseña un técnico, no queda otra

