En el marco de la fecha 10 del Torneo Apertura Juan “Can Can” Ceballos, en barrio Yapeyú hubo un duelo de necesitados. El local, Loyola, recibió la visita de Defensores de Peñaloza, en el contexto de un cotejo cuyos animadores se incluyen en la parte baja de las posiciones de la Segunda División de la Liga Santafesina de Fútbol. Como no podía ser de otra forma, el verdinegro impone su localía desde el primer minuto. La visita busca contrarrestar los avances locales buscando la manera más directa de llegar a portería rival. El objetivo común de ambos adversarios era ganar; quien lograra el triunfo superaría o ampliaría su ventaja en las posiciones, respecto a su oponente de turno. Pero el hecho de buscar la victoria a como dé lugar implica también el hecho de no “regalarse”, de atacar pero con recaudos, y de pelear cada pelota como si fuese la última. Estos básicos condimentos ofrecieron, por un lado, dos goles (uno por bando) con el goleador “santo” Mateika, y Merlo, atacante de Defensores, quién tras habilitación de Carlotta, marca el tanto para el equipo Azul y Rojo. Y por otro lado, se vio una primera etapa intensa y muy disputada, con muchos cortes de jugadas y quites de uno y otro.

El complemento empezó como el primer tiempo con Loyola en busca de la ventaja: al minuto un tiro libre que pasó muy cerca, esto presagiaba que el tanteador no iba a permanecer igualado por mucho tiempo. A los 07’ Peñaloza recuperó el balón y en una rápida transición es habilitado su número 9, quien, entrando de la izquierda hacia el centro de su ataque, estampa el segundo gol para la visita. Nuevamente Merlo se anota en el marcador, que no se modificó hasta el pitazo final. Hasta el desequilibrio de la visita el partido en esos primeros instantes del segundo tiempo fue ordinario y peleado, con Loyola que iba a buscar la victoria y Peñaloza que se mantenía ordenado. La desesperación por la desventaja en el marcador hizo que El Santo entre en una maraña de nervios y que las piernas fuertes, pero bien jugadas y leales de la primera etapa, se vuelvan cada vez más fuertes y rústicas, a tal punto que el segundo período dejó al conjunto local con dos jugadores menos por fuertes infracciones sobre sus rivales: primero Mateika y posteriormente Tossi, quién había ingresado sólo minutos antes de su expulsión. Esto complicó el panorama del conjunto local. Defensores de Peñaloza saltaba líneas mediante envíos largos que generaban cierto peligro al arco defendido por Stauffer. Con el gol de la ventaja, el visitante quiso asegurar el triunfo parcial, a veces intentando jugar, otras con envíos largos, pero, sobre todo, aplicando la misma receta que su oponente: pierna fuerte en el mediocampo.
A poco de concluir el encuentro, Velázquez de Defensores también vio la cartulina roja. Con el transcurrir de los minutos Loyola se fue quedando sin muchas ideas, sólo las ganas de, al menos, conseguir la paridad. Peñaloza hizo una lógica condensación de sus líneas, reforzó su defensa y se aferró a la victoria con uñas y dientes. La necesidad de triunfos por parte de ambos conjuntos hizo un encuentro entretenido, de ida y vuelta, de juego duro y de no dar una pelota por perdida. Si bien en la primera etapa no hubo tarjetas a pesar de los roces, en el complemento el juez principal, Mauro Nieres, debió mandar a las duchas a tres futbolistas. Pero a pesar de esto y del resultado en sí, donde el visitante retomó el triunfo, los 22 protagonistas ofrecieron su máximo esfuerzo y sacrificio.

